
Un día cualquiera, escenas cotidianas y yo: pensando en ti.
Aún no descifro qué es... pero tienes algo que me atrae. ¿Cómo lo haces? Me siento polilla. Aunque sepa que me puedo quemar... me acerco, te busco y de nuevo me encuentro frente a mi ordenador, con un archivo en blanco que voy llenando de ti.
Se expande y contrae el universo de los contratiempos. Tengo libros pendientes sobre la mesa, un cuadro a medio pintar y ropa acumulada en la silla... pero sólo pienso un "qué pena que mis manos no puedan atravesar la distancia para acariciar y dar esa energía que dices que te falta".
Pienso en ti y se me antoja imaginarte con una sonrisa al escucharme decir todo esto. Qué imbécil debo ser ¿no? Y sin embargo, ya ves, aquí sigo escribiendo, como si pretendiese alisar las arrugas de la vida.
*Inspirado en "Pensando en ti" de J.D. Sánchez. Por y para ti :)
Saray Pavón Márquez.
Hermoso poema,y atractiva forma de presentarlo. Un placer leerte.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias Ángel :)
ResponderEliminarOtro abrazo para ti.
Es precioso y qué voz mas genial...:)
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